martes, 30 de junio de 2009

VAMPIROS: Las Raices Del Miedo

Como han señalado estudiosos del mito vampírico, como Román Gubern en “Las Raíces Del Miedo”, hay en la imagen del vampiro que chupa la sangre de su víctima, una interpretación del acto sexual, una mezcla de atracción morbosa y repulsión hacia el sexo.
En los ataques del famoso conde Drácula, afirma, "cualquier persona familiarizada con el simbolismo y la interpretación freudiana, no tendrá dificultad en reconocer la descripción simbólica de un coito".

Se tiene miedo a los vampiros, porque ellos matan personas pero al mismo tiempo se parecen a ellas. Pero hay ciertas cosas que los diferencian de un ser vivo. No puede proyectar ningún tipo de sombra ni se puede reflejar en ningún espejo. Además los vampiros pueden cambiar de forma, como por ejemplo la de un murciélago y eso lo hace sumamente difícil de capturar. Al empezar un nuevo día los vampiros tienen que dormir en sus ataúdes por que los rayos del sol los matarían, pero por la noche despiertan sedientos de sangre. La forma más común de nutrirse es volando por una ventana, en forma de murciélago y entonces morder a la víctima en el cuello y succionarle toda la sangre.

El vampiro no es peligroso solo porque mata a las personas sino porque sus víctimas después de muertas se convierten en vampiros. El lado mas fuerte de los vampiros es que son casi inmortales, sólo algunos ritos muy especiales poden matarlos tal como: poner una estaca en su corazón, cortar su cabeza o quemar su cuerpo.

El mito del vampiro y el temor a este tiene otras raíces que se alimentan directamente de la Historia. Los casos terribles y reales de nobles que gustaban alimentarse de sangre marcaron sin duda la imaginación de su tiempo.


En el siglo XV, el bretón Gilles de Rais, compañero de armas de Juana de Arco, asesino a varios centenares de niños con el fin de obtener con su sangre la piedra filosofal que le hiciera inmortal.
Y en busca también de la inmortalidad, un siglo después la condesa húngara Erszebet Bathory sacrificó a 610 doncellas para bañarse en su sangre.
La misma novela de Drácula tomaría su nombre de un personaje histórico, el príncipe rumano Vlad Tepes, mas conocido como Vlad el Empalador, del cual ya conocemos muy bien su historia.

En la actualidad ya no recorren el mundo epidemias de vampiros, como sucediera en el siglo XVIII, aunque tampoco han faltado quienes han querido llevar a la realidad la sangrienta pasión de Drácula. Tal fue el caso del joven puertorriqueño Salvador Agrón que, en la década de 1950, se dedicaba a matar mujeres envuelto en un manto negro.


"El miedo, como siempre, sigue haciendo nido en el corazón de los hombres"

1 comentario:

  1. Es curioso como nos llama el miedo...yo misma me acabo de asustar con la foto que has puesto y aqui estoy leyendome todo el post entero jaja

    Muy interesante lo que cuentas que desconocia sobre esas historias reales

    Se nos va un poco la olla

    Un beso

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